Giovanni Benedetto Castiglione (1609-1664) fue, quizás, el dibujante italiano más innovador y técnicamente brillante de su época. Ejerció como pintor, pero la fama le vino por sus dibujos y grabados. A pesar de llevar una vida turbulenta, produjo obras de una rara belleza que fueron muy apreciadas un siglo después de su muerte. Inexplicablemente, en la era moderna, Castiglione cayó en el olvido.
Entre los tesoros de la Biblioteca Real del Castillo de Windsor, que además de libros alberga la Colección Real de Dibujos y Grabados, figura un grupo de unas trescientas obras del creador genovés. Aunque fue uno de los artistas más originales del siglo XVII, Castiglione sigue siendo, en gran medida, desconocido. Esto se debe en parte a que la Escuela genovesa no ha sido suficientemente estudiada, pero también a que él no encaja fácilmente dentro de la amplia narrativa de la pintura italiana. El Director de Dibujos y Grabados de la Royal Collection, Martin Clayton, evoca en un artículo que publicamos en abril, la figura de este gran artista cuya personalidad fue difícil y extraña. [En imagen: Giovanni Benedetto Castiglione, La Natividad con ángeles, c. 1655. Royal Collection, Windsor Castle].
