Los artistas llevan siglos representándose a sí mismos en pleno acto de creación con el propósito tanto de reivindicar su posición en la sociedad como su importancia como agente cultural. Ya sea en grandes autorretratos, en animadas escenas ambientadas en talleres y academias o en composiciones más informales al aire libre, los artistas se han inmortalizado mientras trabajan como una manera de forjar su identidad y construir su reputación. Fascinada con el proceso creativo y la mística que lo rodea, Katrin Bellinger no tuvo dudas sobre cuál sería el tema ideal para su colección: «el artista en acción». Sus fondos, que en la actualidad superan el millar de obras –entre dibujos, pinturas, grabados, fotografías y esculturas – invitan a un selecto paseo por el arte desde el Renacimiento hasta el presente, de la mano de nombres como los de Parmigianino, Guercino, Rembrandt, Watteau, Tiepolo, Ingres, Daumier, Seurat, Ensor o Schiele. [Ada Vicent. Foto: Miguel Flores-Vianna]
