Famoso por sus paisajes, Camille Corot también pintó figuras. Sin embargo, prefirió mantener estas obras en su taller, del que apenas salían, a resguardo de miradas ajenas, entregándolas sólo a unos pocos amigos, marchantes y coleccionistas. Esta exposición presenta alrededor de sesenta obras basadas en la figura, con el objetivo de profundizar en este lado relativamente desconocido de su producción. Será la ocasión de admirar obras maestras como la Dama de azul del Louvre, y la Mujer italiana de la National Gallery [en imagen], que en su día formó parte de la colección personal del pintor Lucian Freud. La muestra se centra en los retratos que Corot hizo de su familia y, sobre todo, desvela las interioridades de su atelier, por el que pasaron algunas de las modelos más admiradas de la época, como Emma Dobigny, que también posaba para Manet y Degas.
