“El confinamiento hace que el tiempo se distorsione, y todo pase muy lento y muy rápido a la vez” es la sensación que tiene Jerónimo Elespe (Madrid, 1975) que se toma el aislamiento con paciencia y aprovecha esta extraña calma para trabajar en sus enigmáticas pinturas y dibujos: “estoy preparando proyectos con mis galerías Maisterravalbuena en Madrid, Van Doren Waxter en Nueva York y una exposición en México DF con mi galería Labor. Si bien aún no sabemos en qué fechas podremos llevarlos a cabo lo principal es seguir trabajando poco a poco, tranquilo y a mi ritmo, y cuando se puedan exponer ya se hará. No hay prisas. También estoy haciendo dibujos preparatorios para cuando pueda volver al taller de grabado de Benveniste Contemporary” explica. El artista madrileño, que se reconoce un lector impenitente, se sumerge estos días en el último poemario de la autora canadiense Anne Carson cuyos versos hablan sobre la belleza y la pérdida. [Foto: Chanatip Yodprachong].
¿Cómo está viviendo esta crisis? Con paciencia, aunque no siempre es fácil. Hay días mejores y peores. En cualquier caso intento mantener cierto balance para evitar caer en pesimismos y optimismos que al final son poco constructivos. El trabajo en el estudio y la familia ayudan mucho a abstraerse y mantener cierta calma.
¿En qué ocupa su tiempo durante estos días de confinamiento? Los días están siendo atareados, no pasan vacíos. A las ocupaciones habituales de familia y hogar, se une el mantenerse en contacto con amigos, familiares, seguir las noticias y, obviamente, trabajar. Con lo que realmente no hay mucha necesidad de intentar ocuparlo con más cosas. Durante el confinamiento hay una cierta distorsión en el tiempo que hace que esté pasando a la vez todo muy rápido y muy lento.
¿Qué lecturas, películas o música le ayudan a sobrellevar la situación? Lo cierto es que no he cambiado mis hábitos durante estas semanas. Siempre leo varios libros a la vez, hoy en particular Float de Anne Carson.
¿Está trabajando en estos momentos? Sí, sigo pintando, dibujando y escribiendo. Aunque cueste concentrarse más que antes. Es también momento para evaluar y pensar desde la perspectiva de un tiempo tan excepcional.
¿Cree que esta experiencia tendrá reflejo en su obra de alguna forma? Muy difícil de saber, aún es pronto. Esa evaluación y pensamiento a los que me refería antes darán frutos, tal vez, pero de ser así creo que será un proceso lento.
¿Cuál sería el primer museo que le gustaría volver a visitar en cuanto sea posible? Aunque sea la respuesta más obvia, el Prado.
