“Con relación a cada individuo, la primera y más brillante de las victorias es la que se consigue sobre sí mismo” sostenía Platón. En la antigua Grecia la idea de competición dominaba todos los aspectos de la vida: desde la guerra, el deporte y los juegos infantiles hasta la creación artística, pasando por la vida cotidiana y el momento de la muerte. La rivalidad impregnó incluso el universo de las artes, con certámenes de música, teatro, escultura y pintura. Esta exposición ilustra, mediante más de 170 objetos, este espíritu competitivo característico de la sociedad helena. Muchas de las piezas que se exhiben son obras maestras que han sido restauradas para la ocasión y que se presentan por primera vez fuera del British Museum de Londres. Es el caso de las esculturas y el fragmento del friso procedentes del Mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del mundo antiguo, nunca antes cedidas.
