La tradicional venta estival de maestros antiguos, que Sotheby’s celebra el 5 de julio en Londres, cuenta en esta ocasión con una notable oferta de arte español. Uno de los lotes destacados es un bodegón de guisantes y cerezas con floreros, valorado entre 455.000 y 690.000 euros, pintado por Juan Van der Hamen en 1621, cuando sólo tenía veinticinco años. Es un ejemplo de la elegancia y distinción de las composiciones que le aseguraron la popularidad entre la clientela acaudalada y cortesana. Por obras como el tenebrista San Pedro Penitente que se licita, Francisco de Zurbarán fue apodado el Caravaggio español. Pintado en Sevilla en plena madurez del artista, hacia 1650, el cuadro compendia todas las señas de identidad del maestro sevillano; parte de 230.000 a 345.000 euros. Publicada por primera vez por August Mayer en 1926, La Presentación de la Virgen es un tema extremadamente raro en el corpus de Murillo. Esta pintura refleja la calidad que alcanzó en su última etapa, tanto por la inventiva de sus composiciones como por su colorido. La representación de la pequeña Virgen, evoca las extraordinarias habilidades de Murillo como pintor de niños, mientras que la presencia de un mendigo en primer plano recuerda sus conmovedoras imágenes de los indigentes. Obra de gran tamaño y grandeza, debió decorar en su día la pared de una capilla. Ahora busca nuevo dueño preciada entre 700.000 y 900.000 euros [en imagen]
