Marilyn Monroe, la rubia más famosa del star-system, aceptó ser retratada por Douglas Kirkland para la revista Look, en una legendaria sesión de fotos que tuvo lugar en un hotel de Beverly Hills en noviembre de 1961. Aquella sesión, hoy rodeada de un aura casi mítica, aún se recuerda como uno de los momentos más representativos del «viejo Hollywood». Con poco más que una sábana, una botella de Dom Pérignon y la voz de Frank Sinatra cantando desde un tocadiscos, el joven Kirkland pudo captar la belleza etérea de la actriz con una intensidad inigualable. Las imágenes de aquella velada son reliquias de una industria cinematográfica que apostaba por la sensualidad y el glamour. Con un precio de salida de 180.000 a 270.000 euros, Christie’s pone al alcance de mitómanos la cámara Hasselblad 500C con la que se tomaron las instantáneas junto con varias imágenes del archivo personal del fotógrafo. La cita es en Londres el 29 de octubre.
