París se rinde a Miquel Barceló quien expone simultáneamente en el Museo Picasso (es el primer artista contemporáneo en hacerlo desde su reapertura en 2014) y en la Biblioteca Nacional de Francia. Concebida como una inmersión total en el universo del artista, la exposición Sol y sombra presenta un conjunto de pinturas, esculturas, cerámicas y obras sobre papel desde 1990 hasta la actualidad. Recorre todas las etapas creativas del mallorquín y destaca las afinidades de su obra con las actitudes, motivos y procesos de Pablo Picasso. Pintor, dibujante, escultor y ceramista, Barceló experimentó desde sus inicios técnicas de grabado. Su producción gráfica comprende hasta la fecha cerca de doscientas cincuenta xilografías, litografías, serigrafías y estampaciones. Aunque autónoma, esta obra es indisociable del resto de producción proteiforme del artista español. Es lógico que la Biblioteca Nacional de Francia haya elegido explorar esta parte menos conocida de su trabajo seleccionando sesenta grabados, recientes y antiguos, que evidencian la coherencia y la singularidad de su mirada. Esta exposición tiene una espectacular introducción gracias a un fascinante mural de 190 metros de largo y 6 de alto, que sumerge al visitante en el mundo mágico de Barceló y rinde homenaje al filósofo mallorquín Ramon Llull. [Miquel Barceló, La suerte de matar, 1990 © Galerie Bruno Bischofberger, Männedorf, Suiza]
