El empresario brasileño Luís Paulo Montenegro comenzó su colección en 1999, cuando compró en una subasta La india Carajá de Cândido Portinari. Hoy sus fondos incluyen un centenar de firmas entre los que destacan brasileiros como Lygia Clark, Hélio Oiticica, Cildo Meireles o Ernesto Neto, y autores como Alexander Calder, Andy Warhol, Willem de Kooning, Giacometti, y Torres García. El propio coleccionista ha contado cómo se encendió la llama de su pasión por el arte: “Cuando entré por primera vez en una subasta de arte brasileño, nunca imaginé que saldría de allí con la obra que aparecía en la portada del catálogo. En un impulso, segundos antes de que el subastador golpease con el martillo, levanté el brazo para que me adjudicasen la pieza. Creo que cogí a todos los allí presentes por sorpresa, incluso a mí mismo. Fue amor “al primer mazazo”. El coleccionismo de arte había entrado en mi vida y ya nunca saldría.” [Paisaje con casas, Alfredo Volpi]
