En 1880, Montmartre era una zona marginal y peligrosa apartada de París que empezó a atraer a numerosos jóvenes creadores por sus alquileres baratos y el ambiente bohemio. Sus propias calles así como los cabarets, los teatros, los cafés cantante y los circos era una fuerte inspiración para los artistas que no solo asistían a los espectáculos y participaban en ellos, sino que empatizaban con los vagabundos o las prostitutas. Algunos de esos artistas que vivieron y pintaron la magia de Montmartre, protagonizan la venta que Setdart celebra el 17 de junio, entre ellos, Élisée Maclet (1881-1962) considerado el padre de la escuela pictórica de Montmartre. Esta subasta le dedica una pequeña retrospectiva argumentada con una veintena de obras entre las que destacan algunas de sus famosas vistas del barrio más bohemio en las que retrató lugares tan emblemáticos como el cabaret Au Lapin Agile, el Moulin de la Galette o la Maison de Mimi Pinson, años antes de que su amigo el pintor Maurice Utrillo los plasmase también en sus lienzos. Maclet consiguió el reconocimiento de grandes personalidades de su tiempo, como la escritora Colette o los marchantes Pierre Menant y Matho Kleimann-Boch, quienes colgaron en sus galerías sus cuadros junto a pinturas de Van Gogh y Picasso. Hoy su obra forma parte de importantes colecciones como la del Museo de Arte Moderno de París.
También hay que resaltar el óleo Porto du Cirque Medrano, de Celso Lagar (Ciudad Rodrigo, 1891- Sevilla, 1966), que sale entre 25.000 y 30.000 euros. Con una mezcla de melancolía y dulzura a partes iguales, aquí retrata a un payaso del Circo Medrano de Montmartre, muy frecuentado por artistas como Picasso o Braque, que clava su mirada en el espectador. La paleta empleada, sobria pero atrevida, constata la destreza pictórica del pintor castellano.
De otro miembro principal de la Escuela de París, Francisco Bores (Madrid, 1898-París, 1972), se ofrece Bodegón (1949), estimado entre 15.000 y 20.000 euros, una escena de interior de gran intensidad expresiva y libre de todo artificio o detalle anecdótico. En 1925 Bores se instala en París donde entra en contacto con Picasso y Juan Gris, y debuta individualmente en 1927. Al año siguiente se realiza su primera muestra personal en Estados Unidos, y en 1930 vuelve a exponer, dentro de una colectiva esta vez, en el MoMA de Nueva York que después adquiere varias pinturas suyas. Su obra combinó la elegancia constructiva de los grandes pintores franceses de comienzos de siglo con un toque de intensidad hispano.
“Juan Barjola convierte sus tauromaquias en extrañas composiciones arremolinadas prestándole una enorme atención al tercio de varas. En estas tauromaquias catastróficas, el caballo está dispuesto casi siempre en el papel de la víctima propiciatoria, velozmente arrastrado hasta la muerte por una acción a la que es ajeno, una acción en la que el caballo es inocente. Por eso hay siempre gesto supremo de dolor, de protesta, de súplica”, ha escrito el crítico Fernando Castro Flórez, experto en su figura.
Una de los lotes más destacados de la sesión es Tauromaquia, un óleo tasado entre 40.000 y 50.000 euros. Exponente de la corriente del expresionismo representativo, Juan Barjola (Torre de Miguel Sesmero, 1919 – Madrid, 2004) es uno de los pintores españoles más destacados de la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de su carrera recibió honores como el Premio de la Crítica (1965) o el Premio Nacional de Bellas Artes (1985), y desde 1988 cuenta con un museo dedicado a su obra en Gijón.
