• El penúltimo viaje de Tutankamón

    “Al principio no podía ver nada, el aire caliente que escapaba de la habitación hacía que la llama de la vela parpadeara, pero a medida que mis ojos se acostumbraban a la oscuridad, los detalles de la estancia emergían lentamente de la niebla, extraños animales, estatuas y oro -por todas partes el destello del oro” […]