A pesar de que trabajaron en épocas distintas y con medios radicalmente opuestos, Miguel Ángel y Bill Viola se enfrentaron a las cuestiones fundamentales de la vida, investigando los umbrales del nacimiento, la vida y la muerte. Ambos se apoyaron en el poder simbólico del arte sacro y recogieron en sus obras momentos de trascendencia. Esta exposición, concebida como un viaje por el ciclo de la vida, explora las afinidades entre ambos creadores. Del maestro italiano se exhiben algunos de sus dibujos más conmovedores así como la única escultura de mármol que se conserva en el Reino Unido, la Virgen y el Niño y San Juanito (el Tondo Taddei). De Viola se presentan 12 grandes instalaciones que abarcan toda su carrera, entre ellas La ascensión de Tristán (El sonido de una montaña bajo una cascada), una videoproyección de cinco metros de altura que recrea el ascenso del alma después de la muerte. [Miguel Ángel, el ‘Tondo Taddei’, c. 1504]
