Pintado en abril de 1889, en el apogeo de su emblemático periodo arlesiano, Paisaje bajo un cielo en movimiento de Vincent van Gogh fue la estrella de la venta impresionista celebrada ayer en Sotheby’s Nueva York adjudicándose en 50 millones de euros, una importante suma que, sin embargo, no cumple las mejores expectativas de los subastadores que le habían atribuido una estimación inicial de 45 a 63 millones de euros. Ejecutado sólo un año antes de morir, este espectacular paisaje representa los campos de las afueras de Arles, en el sur de Francia, donde el artista vivió desde principios de 1888 hasta mediados de 1889. Su gama cromática evoca los colores que encontró en este nuevo entorno, sin embargo, los cielos turbulentos anticipan el deterioro mental que experimentaría el pintor en los meses venideros. En 2014 se licitaron tres obras del periodo de madurez de Van Gogh (desde 1888 hasta 1890): Naturaleza muerta, jarrón con amapolas y margaritas, de 1890, vendida en noviembre a un coleccionista asiático por 55,6 millones de euros; en febrero hasta once interesados compitieron por El hombre está en la mar, de 1889, aupando su precio final hasta los 24,7 millones de euros; y en mayo, L’Allée des Alyscamps de 1888 se entregó –también a un comprador asiático- por 59,7 millones de euros, el precio en subasta más alto conseguido por el genio holandés desde 1998.
