Nacido cerca de Cristianía (hoy Oslo) en 1863, la infancia de Edvard Munch estuvo dominada por la muerte y la enfermedad. En la edad adulta llevó un estilo de vida bohemio marcado por numerosos y tumultuosos romances. Como artista estuvo profundamente influenciado por intelectuales contemporáneos como Nietzsche, Freud e Ibsen y, tras su fallecimiento en 1944, su propia obra influiría a las generaciones futuras de creadores. Esta muestra se centra en su producción gráfica, una forma de arte que le dio fama y en la que destacó notablemente. Las 83 estampas que se exhiben acreditan el talento del artista noruego para expresar los sentimientos y tribulaciones de la condición humana: desde el amor y el deseo, hasta los celos, la soledad, la ansiedad y el dolor.