El Museo Internacional de Arte Contemporáneo de Lanzarote (MIAC) acoge hasta el 10 de mayo la exposición La segunda vista en la que el artista Daniel Jordán (Valencia, 1983) presenta 26 pinturas recientes inspiradas en imágenes y sensaciones generadas durante el sueño. “Hasta ahora, no había reparado en la facultad que tienen el cerebro y los sentidos para que sigamos viendo durante la pérdida de la vigilia, o sea, mientras dormimos. Parece que tuviéramos oculto otro órgano de visión interno, una segunda vista”, explica “esta exposición me ha llegado justo al cumplir los cuarenta años. Carl Jung dice que es una edad clave, que es el comienzo de la segunda mitad de la vida, que de ahora en adelante ya deberías saber quién eres. Creo que puede haber algo de cierto en esto.”
Para producir los cuadros de esta exposición, Jordán se aisló durante un año en la casa de sus abuelos en la localidad valenciana de Teresa de Cofrentes. “El silencio y la soledad fueron claves para que mi mundo interior fuese adquiriendo protagonismo”, asegura.
El proceso creativo se iniciaba en mitad de la noche, cuando se despertaba y abocetaba lo que conseguía recordar de sus sueños. A continuación, reconstruía aquella visión a partir de esculturas y ensamblajes que distribuía teatralmente en el estudio. Por último, trasladaba las escenografías a la pintura. Así conseguía registrar lo que él denomina “metafísica de los sueños”. “Cuando no sabemos cómo referirnos a los aspectos de la realidad que escapan a la ciencia, siempre nos queda el comodín del término metafísica”, explica Jordán, “los sueños pertenecen a este ámbito. Soy incapaz de explicar qué estado tienen o en qué dimensión transcurren. Sí intuyo que nuestras capas más profundas podrían utilizarlos para ofrecernos información que necesitamos. O a lo mejor no. En cualquier caso, me interesan por su estética y por las diferentes sensaciones que producen. Uno de sus principales rasgos es su fugacidad. Para compensar este hándicap, tiendo a alargar el proceso, a propiciar rectificaciones o discusiones conmigo mismo. Todo comienza cuando pierdo la conciencia y veo una imagen, luego hago bocetos de la escena, después la reconstruyo teatralmente y, por último, la traslado a las dos dimensiones de la pintura. Transitando por tres formas diferentes de observación (onírica, escenográfica, pictórica) aumentan mis aspiraciones de registrar algo del misterio de los sueños.”
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, donde también cursó un Máster en Producción Artística, en la última década Daniel Jordán ha tomado parte en diversas exposiciones individuales y colectivas en instituciones como el TEA Tenerife Espacio de las Artes o el Museo del Carmen de Valencia, entre otras. “Recuerdo con alegría haber participado en el Call’16 de la Galería Luis Adelantado. La exposición Es solo un truco en el Museo de Arte Moderno La Tertulia de Cali, durante mi residencia en Lugar a dudas. También me divertí mucho con la muestra La posibilidad de un museo, que gestioné junto a un grupo de artistas de Lanzarote, en el MIAC”, dice sobre algunos de los proyectos que han marcado su carrera hasta la fecha.
“He vivido una evolución que ha ido desde afuera hacia adentro”, explica sobre su desarrollo creativo. “Si mis primeras obras trataban aspectos que me afectaban desde el exterior, con los años ha ganado protagonismo mi mundo interior. Cuando terminé la carrera y vivía en la Península, me inspiraba lo que me rodeaba, como el funcionamiento generalizado del mundo del arte o las características de los espacios donde exponía. Mi trabajo de aquella etapa era muy escenográfico, las instalaciones resultantes recordaban al teatro del absurdo. Al cabo de unos años, me instalé de nuevo en Lanzarote y, sin darme cuenta, empecé a concentrarme en el contexto cultural de la isla. Incorporé el silencio característico del lugar para sugerir un panorama que tiende a congelarse en el pasado. Mi voluntad de mirar cada vez más cerca, ha determinado que actualmente me esté centrando en mis facultades inconscientes. Me estimulan las imágenes y sensaciones que se originan en los sueños. El tipo de comunicación que busco ya no transcurre en el mundo de la vigilia, no se alcanza únicamente mediante la palabra.”
El lenguaje figurativo de Daniel Jordán trasluce su afinidad con artistas como Francis Bacon, Paula Rego o Lucian Freud, que fueron algunos de sus primeros referentes. “Con el tiempo, mis referencias dejaron de centrarse en pintura para abarcar otras disciplinas”, reconoce, “actualmente puede inspirarme la literatura de Marguerite Duras, las fotografías de Daniel L. Fleitas o el cine de David Pantaleón”.
Sobre sus próximos proyectos, el artista nos avanza que “quiero centrarme en el catálogo de la exposición que voy a hacer con los diseñadores SantanaSantana. Como ya me ha pasado en otras ocasiones, una vez se clausure la exposición, valore la interacción con el público y haya reposado esta experiencia, llegará el proyecto oportuno para el estado en el que me encuentre.” Hasta el 10 de mayo. Museo Internacional de Arte Contemporáneo de Lanzarote. www.miaclanzarote.com. Danieljordan.es