Rostros eternos – Mauritshuis, La Haya. Hasta el 14 de enero

Entre 1400 y 1700 el arte del retrato floreció en el sur de los Países Bajos (actual Bélgica). A lo largo de estos tres siglos, los nobles y los ciudadanos ricos se hicieron inmortalizar por los mejores artistas flamencos de su época. Estas imágenes siguen fascinando por la extraordinaria fidelidad con que lograron recrear los rasgos faciales de sus modelos. La historia del retrato flamenco es relatada a través de obras principales de Rogier van der Weyden, Hans Memling, Pieter Pourbus, Peter Paul Rubens y Anthony van Dyck. [Maestro de Frankfurt, Retrato del pintor y su esposa, 1496]