Desde finales de los años cincuenta, la estadounidense Sheila Hicks produce una obra inclasificable en la que anuda, envuelve, pliega, dobla y retuerce materiales como la lana, el lino o el algodón, desafiando las categorías artísticas y sus jerarquías. Discípula de Josef Albers en Yale, Hicks, es la heredera de un espíritu modernista para el que las distinciones entre bellas artes, diseño y decoración ya no son esenciales. Sus marañas de hilos, tapices de lana y esculturas blandas de algodón son fruto de prácticas textiles inspiradas en culturas no occidentales. Dúctil, táctil, la obra de Sheila Hicks, activa a sus 83 años, ocupa un lugar singular en el arte de nuestro tiempo. Afincada en París desde 1964, la veterana artista sostiene: “me gusta romper las reglas, pero con amabilidad”. [Palitos con bolas, 2008 ©ADAGP, París 2018]