Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), nativo de Franconia, región al sur de Alemania, produjo sus primeras obras en Viena, ciudad a la que llegó presumiblemente hacia 1500. Estas pinturas son admiradas por su gran expresividad – radicalmente diferente de la estética cortesana y elegante que adoptaría poco después cuando se convirtió en pintor de la corte del Elector de Sajonia.
A diferencia de los innumerables paneles producidos en su gran taller de Wittenberg, apenas un puñado de pinturas de esta etapa vienesa han sobrevivido. Algunas de ellas se reencuentran hasta el 16 de octubre en la singular muestra organizada por el museo Kunsthistorisches de Viena, como los retratos del humanista Johannes Cuspinian y su esposa Anna, prestados para la ocasión por la Colección Oskar Reinhart de Winterthur [en imagen, detalle].
