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    Jean Bonna, el dibujo como pasión

    En el lapso de sólo dos décadas, el banquero suizo Jean Bonna –cuyos antepasados fundaron en 1796 el banco privado más antiguo de Ginebra- ha forjado una de las más importantes colecciones del mundo de dibujos, acuarelas y pasteles. Comprende cerca de 400 obras y abarca desde el siglo XV hasta mediados del XX.
    Bonna fue un coleccionista extraordinariamente precoz. Cuando contaba con apenas 11 años, el presidente del gremio de libreros anticuarios de París le obsequió con un ejemplar con la premonitoria dedicatoria “a uno de mis mejores clientes”. Su primer amor fueron los libros de los que consiguió atesorar una espectacular biblioteca especialmente valiosa en volúmenes ilustrados franceses. Estas ilustraciones le inspiraron para ampliar el espectro de su colección incluyendo grabados de antiguos maestros y, un poco más tarde, dibujos.
    Tendencias del Mercado del Arte tuvo el placer de conversar con el renombrado coleccionista que recientemente mostró una selección de los fondos de su colección en las National Galleries de Escocia bajo el título de De Rafael a Renoir. Dibujos de la Colección de Jean Bonna.
    “Empecé a coleccionar dibujos hace veinticinco años. Por entonces, mi colección de libros ya había alcanzado una considerable consistencia (aunque aún sigo coleccionando). Fueron los libros de los siglos XV y XVI, en su mayoría ilustrados con xilografías, los que me llevaron a los grabados, fue una transición natural –y explica que- aunque formé una pequeña colección de grabados muy pronto descubrí que coleccionarlos era un asunto muy técnico y que, de hecho, me interesaban mucho más los dibujos”.
    Como cualquier otra colección privada, ésta refleja los gustos personales de su dueño y por eso algunos movimientos artísticos y períodos están mejor representados que otros. Por ejemplo, tanto el Renacimiento italiano como la Francia de los siglos XVIII y XIX cuentan con una poderosa presencia, mientras que los dibujos británicos, el barroco francés o el neoclasicismo tienen menor peso.
    Artistas como Parmigianino, Claudio Lorena, Géricault, Degas y Redon integran la nómina de favoritos de Bonna. Los dibujos, a menudo, captan las primeras ideas del artista ofreciendo una visión especial e íntima del proceso creativo, cualidad que Bonna encuentra fascinante.

    Su primera adquisición, en 1985, fue L’Aubergiste Courtisee de Hubert Robert. A día de hoy atesora más de 400 dibujos. Si tuviera que deshacerse de su colección ¿qué dibujo conservaría siempre con usted?
    Sólo he comprado aquellos dibujos que me han seducido (es mi ventaja respecto a un museo que está obligado a tenerlo todo), y por supuesto, he cometido algunos errores –¡la única manera de aprender!- pero, si hago un balance, estoy satisfecho de todos mis dibujos. En estos momentos no contemplo la idea de vender mi colección aunque supongo que algún día lo haré (al igual que la de libros) o lo harán mis herederos. Evidentemente algunas obras son más especiales que otras para mí (algunos dibujos del Renacimiento italiano, los watteaus, los goltzius) pero, la verdad es que siento mi colección como un todo.

    ¿Ofrece el mercado actual buenas oportunidades? ¿Cómo ha cambiado en los últimos años?
    El mercado del dibujo ha sufrido menos que otros, probablemente porque los compradores son museos, instituciones y auténticos connoisseurs. Dicho esto, la verdad es que ahora hay muchos menos dibujos buenos en circulación que hace quince años y las oportunidades, aunque siguen presentándose, son realmente difíciles de encontrar. Lo curioso es que la crisis no ha traído más material al mercado.

    ¿Se arrepiente de alguna compra?
    Trato de no arrepentirme de nada porque una colección resume lo que eres capaz de conseguir, no tus carencias. Ciertamente no he podido obtener todo lo que me hubiera gustado: a veces eran cosas demasiado caras, otras se las ofrecían a otro comprador antes que a mí…Intento no mirar atrás y por ello tengo muy pocos remordimientos.

    Si pudiera conversar con algún artista de su colección ¿con quién le gustaría hacerlo? y ¿qué le preguntaría?
    Lo haría con Picasso y Balthus. A Picasso nunca lo conocí, pero a Balthus sí le traté algunas veces.
    A ambos les preguntaría (y esta misma pregunta me gustaría hacérsela a muchos otros artistas): ¿¡por qué a veces erais tan buenos y otras tan malos?! En realidad ¡no me hubiera atrevido a decírselo!

    ¿Qué es lo que atrae a la gente de coleccionar dibujo?
    A mi me cautiva el hecho de que sea la primera idea del artista. Incluso en un dibujo ya terminado, y tengo una buena selección de ellos, ¡un dibujo es más espontáneo que una pintura!. También está el hecho de que adoro el papel: todo lo que colecciono está en papel. ¡Pero la gente puede sentirse atraída por muchas razones diferentes!: el precio podría ser ciertamente una de ellas, para otros la historia del arte…

    Usted sostiene que “la primera cualidad que se requiere para construir una colección es la pasión”. ¿De qué manera plasma su colección su carácter?
    Una colección siempre refleja la personalidad del coleccionista porque un verdadero coleccionista sólo comprará aquello que le emocione, que le conmueva…
    Algunas colecciones, sin embargo, se crean por razones muy diferentes, especialmente las de los museos donde la historia del arte juega un papel decisivo. Hay quienes compran como inversión, pero no conozco un solo caso en el que este planteamiento les haya llevado al éxito y creo que es porque si no conoces bien la materia harás siempre malas adquisiciones.

    ¿Ha perdido alguna vez una oportunidad y el destino ha vuelto a ponerla en su camino?
    Una única vez. Perdí la ocasión de hacerme con una maravillosa cabeza de mujer vista desde atrás, de Boucher, en una subasta celebrada en Londres en 1995, ¡pero pude comprarla en otra subasta cinco años después!.

    ¿Hay españoles en su colección?
    Los artistas españoles son raros y difíciles de encontrar. Estoy especialmente orgulloso de un dibujo a doble cara de Goya del Álbum B (Álbum Madrid), es uno de los tesoros de mi colección.

    Usted dijo en una ocasión que para convertirse en coleccionista “primero uno tiene que adquirir el conocimiento adecuado; ser apasionado …y tener el dinero”. ¿Qué consejo le daría a alguien que desea iniciar una colección de dibujo?
    En primer lugar debe saber qué está haciendo, leer muchísimo, estudiar todos los catálogos posibles, visitar el máximo número de exposiciones, hablar con expertos y atender a lo que le digan …pero al final comprar sólo lo que realmente le guste.

    Vanessa García-Osuna

    JeanBonna

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