Los reyes regalaron desde antiguo ricas joyas a sus prometidas, a sus hijas cuando éstas se casaban con monarcas o príncipes extranjeros y a sus nueras cuando hacían lo mismo con príncipes e infantes españoles. Estas alhajas, reflejo de la moda del momento, fueron elaboradas por los mejores plateros de oro al servicio de los monarcas. Los inventarios y los documentos de archivo son una vez más la mejor fuente de información para conocer el tipo de joya más frecuente en cada reinado. Amelia Aranda, conservadora de Patrimonio Nacional, nos descubre la historia de algunas de las joyas nupciales más fascinantes de la realeza española. [En imagen: Diadema de brillantes ‘Flor de Lis’ realizada para la reina Victoria Eugenia. Archivo Ansorena]