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    La angustia existencial de Millares en Setdart

    A sus 33 años, el currículo de Manolo Millares (1926-1972) ya incluía su participación en la emblemática Bienal de São Paulo​ del 1957, donde el MoMA adquirió una obra suya, además de estar en colecciones privadas como la del magnate Nelson Rockefeller. Pero su carrera internacional dio un nuevo salto la mañana del 25 de agosto de 1959 tras recibir un telegrama del influyente galerista Pierre Matisse en el que le trasladaba su deseo de presentar sus cuadros en América. Para dar a conocer al canario en su galería en el edificio Fuller de Nueva York, Matisse escogió una serie de gouaches y técnicas mixtas de intenso dramatismo poético con fondos negros de los que emergen trazos en blanco y salpicaduras en rojo. A este corpus seminal pertenece la obra que Setdart saca al mercado el 5 de abril estimada entre 40.000 y 50.000 euros.  

    Manolo Millares, Sin título (1965)

    De otro compañero del Grupo de El Paso, Luis Feito (1929-2021) se brinda Composición 802, una tela valorada entre 20.000 y 22.000 euros que es el resultado de su experimentación con la textura y el volumen. “Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida”, aseguraba Antoni Tàpies (1923-2012) que consigue éste propósito en Ventall i Ous, una escultura seriada (2/7) de 1996 en la que juega con un abanico, un objeto que ya había utilizado antes en piezas como Abanico y materia (1967). Ésta admite pujas entre 24.000 y 26.000 euros. 

    Antoni Tàpies, Ventall i Ous

    El lote con la cotización más alta corresponde al monumental tríptico Refracción paralela de Luis Gordillo (1934) tasado entre 70.000 y 80.000 euros. Este lienzo muestra una ruptura de los límites entre lo figurativo y lo abstracto, creando así un juego en el que se dan cita el orden y el caos que conviven en un tenso equilibrio. El veterano creador sevillano, Premio Velázquez de Artes Plásticas, ha confesado: “El espectador ve en el cuadro lo que el pintor sabe, pero el alma del cuadro es lo que el pintor ignora”. En 2020 Soledad Sevilla (1944) recibía el Premio Velázquez que reconocía su labor “pionera en la experimentación con los lenguajes en el Centro de Cálculo, y la solvencia con la que transita entre el plano y el espacio». La valenciana inició su serie de los Apóstoles en 2006 a la que pertenece Apóstoles mayores 6, el óleo que licita Setdart preciado entre 24.000 y 26.000 euros. Este cuadro de gran formato (240 x 200 cm), referenciado en la web de la artista y que aporta etiqueta de la galería Soledad Lorenzo, tomaba como referencia el Apostolado de Rubens que se conserva en el Museo del Prado. 

    Luis Gordillo, Refracción paralela

    Un día más tarde, el 6 de abril, es el turno de los maestros antiguos, y en esta categoría despuntan dos nombres, los de Luca Giordano (1634-1705) y Abraham Bloemaert (1564-1651). Del primero, uno de los grandes representantes del barroco italiano, se ofrece la aguada Salomón ungido rey de Israel, datada hacia 1660, que podría ser un boceto de la obra homónima perteneciente a la serie de óleos sobre asuntos bíblicos realizados para la desaparecida ermita de San Juan del Buen Retiro. Aquí Giordano recrea el episodio narrado en Samuel: 16 (1-13): “Cuando el rey Saúl había pecado al desobedecer a Dios durante la batalla de Michmash, donde debía destruir a todos los enemigos amalecitas y no lo hizo, Dios decidió retirarle su bendición y envió al profeta Samuel en busca de un nuevo «ungido», un nuevo monarca para Israel”. El elegido sería David, hijo pequeño del pastor Jesé, “un varón prudente, rubio y de buen semblante”. Su estimación es de 5.000 a 6.000 euros. Del segundo, que fue líder de los caravaggistas de Utrecht, se ofrece una representación de San Pablo valorada entre 18.000 y 20.000 euros. Bloemaert está presente en las mejores pinacotecas internacionales, como el Louvre de París, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Metropolitan de Nueva York o el Hermitage de San Petersburgo, entre otras. En este óleo de 1631 plasma al santo ataviado con túnica de color rojo oscuro, acompañado por el libro que le identifica y con la espada, el instrumento de su martirio.

    Luca Giordano, Salomón ungido rey de Israel

    Por último, la subasta que se celebra el 7 de abril tiene como lote estrella una alegoría del cristianismo de Mariano Fortuny (1838-1874) valorada entre 12.000 y 14.000 euros.  Fortuny ha pasado a la posteridad como uno de los grandes maestros españoles del siglo XIX. Junto a la grandeza de su arte, ha quedado también el recuerdo de su descomunal éxito internacional, que ningún otro artista logró igualar hasta Sorolla. Es probable que ejecutara este óleo (boceto para una pintura ambientada en el Coliseo) cuando vivía en Roma, una ciudad en la que residió de forma intermitente a lo largo de su carrera. El maestro catalán demuestra aquí un profundo conocimiento de la pintura barroca, que reinterpreta audazmente y en clave moderna.

    Mariano Fortuny, Alegoría del cristianismo

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