Una vez lo haya visto, no lo olvidará jamás; me refiero a PLANTA, el proyecto del Grupo Sorigué, que lidera Ana Vallés, sobrina de Julio y Fina Sorigué, fundadores de la empresa constructora. En Balaguer, 40 hectáreas de una tierra que los lechos de los ríos fueron convirtiendo en gravera, fusionan hoy el paisaje natural con el industrial. Visitar una empresa constructora no es algo cotidiano y sorprende que allí, en aquella gravera, todo es orden, todo es enorme: la maquinaria industrial, los conos de áridos, los campos de olivos, algunos de ellos centenarios… Su extraña belleza resulta fascinante; más aún porque, en esa fértil mina ha prosperado una extraordinaria colección de arte custodiada y presentada en pabellones individuales para cada artista. Ana Vallés, directora del proyecto que la ha convertido en una de las coleccionistas de referencia internacional, nos acompaña por cada uno de esos pabellones que albergan las instalaciones de Juan Muñoz, Bill Viola, Anselm Kiefer, William Kentridge y Chiharu Shiota. Mientras recorremos la gravera, Vallés nos va mostrando la zona donde se ha hecho la extracción de grava repoblada ya con olivos y, a lo lejos, se ven las máquinas recogiendo las aceitunas. Entre las distintas naves de la zona de separación de áridos, entre el paisaje, posan las cabezas de Antonio López. [Marga Perera. Foto: Maria Dias]
