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    El ocaso de María Blanchard

    “Un pájaro salvaje encerrado en una triple jaula: la de su cuerpo torturado, su corazón ávido y el mundo hostil”, así describió a María Blanchard (1881-1932) su biógrafa y amiga Isabelle Rivière. La subasta que Setdart celebra el 16 de noviembre está encabezada por Cabeza de mujer, estimado entre 60.000 y 70.000 euros, un cuadro que la santanderina pintó el último año de su vida. Blanchard se formó en París, recibiendo clases de Anglada Camarasa y Kees van Dongen e integrándose en el grupo cubista.

    Cabeza de mujer, María Blanchard
    Cabeza de mujer, María Blanchard

    Esta subasta cuenta con algunos de los nombres más señeros del arte español del siglo XX, como Antonio Saura (1930-1998), de quien se ofrece Mutation, una tinta preciada entre 45.000 y 55.000 euros. La mutación, junto a otros temas como las crucifixiones o las multitudes, fueron recurrentes en la producción del aragonés, miembro fundador del grupo El Paso, e impulsor de la renovación pictórica española. También hay que citar, Sálvese quien pueda, un lienzo de Juan Barjola (1919-2004), tasado entre 40.000 y 50.000 euros.

    Sálvese quien pueda, Juan Barjola
    Sálvese quien pueda, Juan Barjola

    Entre las sorpresas de esta subasta figura un dibujo de Antoni Tàpies (1923-2012) de su primera etapa en Dau al Set, en el que se aprecia la influencia del surrealismo. Arranca entre 30.000 y 40.000 euros. Tàpies recibió innumerables distinciones a lo largo de su vida como el Príncipe de Asturias de las Artes o el Velázquez de Artes Plásticas. Su obra está representada en museos como el Reina Sofía de Madrid, el MoMA de Nueva York o la Tate Gallery de Londres.

    Sin título, Antoni Tàpies
    Sin título, Antoni Tàpies

    Representado por la galería Perrotin, Wim Delvoye (1965) es una de las figuras más aplaudidas del movimiento neoconceptual. El controvertido artista belga emula en esta bombona de butano valorada entre 30.000 y 40.000 euros la cerámica de figuras rojas de la Antigua Grecia. Se trata de uno de los juegos irónicos de este enfant terrible en los que la artesanía, lo kitsch y la alta cultura intercambian sus papeles.

    Sin título, Wim Delvoye
    Sin título, Wim Delvoye

    Por último, hay que citar un óleo de 2005 de Miquel Barceló (1957) que posee una superficie seductoramente táctil, áspera, y arenosa. El mallorquín muestra aquí su afinidad con Tàpies y Dubuffet, creando una composición que trata no sólo de retratar el paisaje, sino que también lo recrea físicamente. Este lienzo, estimado entre 40.000 y 50.000 euros, se acompaña de un certificado de la galería Bruno Bischofberger, que representó en exclusiva al artista desde 1984.

    1/2, Miquel Barceló
    1/2, Miquel Barceló
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