Aunque nacido en París, Claude Monet (París, 1840 ‑ Giverny, 1926) pasó su infancia en Le Havre, donde comenzó a pintar paisajes de la costa normanda con Eugène Boudin y Johann Jongkind, sus verdaderos maestros, que siguieron siéndolo incluso durante la estancia del joven Monet en París, donde llegó para convertirse en pintor a los 17 años. Con ellos aprendió a mirar y a amar la naturaleza, que fue su eterno modelo, tratando de captar los efectos cambiantes de la luz y del tiempo. Monet, junto con Renoir, fueron los primeros en utilizar la pincelada suelta que caracterizó el Impresionismo, y fue precisamente Monet, muy a su pesar, el responsable de haber dado nombre a un grupo de artistas con el cuadro titulado Impresión, sol naciente, que se presentó en París en 1874 y acabaría siendo un icono de la modernidad. En 1883, se instaló en Giverny, donde convirtió su jardín en una obra de arte total y donde pintaría la mayor parte de sus obras maestras.