Una de las imágenes más emblemáticas de David Hockney, Retrato de un artista (Piscina con dos figuras), es la estrella de la subasta que Christie’s celebra hoy en Nueva York. Parte con una estimación de 70 millones de euros y podría convertir al inglés en el artista vivo más cotizado del mundo. Este lienzo ha sido reproducido en las portadas de numerosas monografías del artista, ha participado en importantes exposiciones -incluida su retrospectiva itinerante organizada por la Tate Britain, el Centre Pompidou y el Metropolitan Museum of Art en 2017-2018-, así como en la película de culto de 1974, A Bigger Splash. Se dice que Hockney alumbró esta composición a partir de la yuxtaposición accidental, casi surrealista, de dos fotografías que había en el suelo de su estudio: la de un nadador bajo el agua, tomada en Hollywood en 1966, y la de un niño que miraba fijamente algo en el suelo. Considerado ya un enfant terrible del arte contemporáneo desde su graduación en el Royal College of Art de Londres en 1962, Hockney había viajado por primera vez a California en enero de 1964. Esta soleada tierra ejercía una atracción magnética en él, que había sido alimentada a través de revistas, películas y novelas gay de John Rechy. “El clima es cálido, y la gente está menos tensa que en Nueva York… Cuando llegué no tenía ni idea de si había algún tipo de vida artística pero esa era la menor de mis preocupaciones” confesó a su biógrafo. En Retrato de un artista (Piscina con dos figuras) se percibe la mirada de un diseñador gráfico en la composición, la técnica de un ilustrador, la precisión de un fotógrafo y la sensibilidad de un pintor.