La ciudad de Maastricht, una de las más antiguas de Holanda, situada estratégicamente entre las fronteras de Bélgica y Alemania, se convierte durante una semana en la meca del mundo del arte. Desde hace 33 años, esta ciudad de apenas 100.000 habitantes acoge la feria de arte y antigüedades más prestigiosa del mundo: TEFAF. Hasta esta pintoresca urbe medieval se desplazan 280 galerías de renombre internacional para presentar una miríada de piezas que abarcan desde la antigüedad clásica hasta nuestros días, y que esconden curiosidades insospechadas. La luz mediterránea de Joaquín Sorolla desembarca en la feria de la mano del anticuario madrileño López de Aragón que presenta el cuadro Fiesta valenciana pintado por el maestro en 1893, y que llevaba sin exponerse en público desde 1990. La barcelonesa Mayoral ha reservado para la cita un excepcional mural de Eduardo Chillida realizado en arcilla cocida y óxido de cobre. Fechado en 1985, llevaba fuera del mercado treinta años. Artur Ramon Art exhibe una pieza única del insigne escultor del metal Pablo Gargallo, cuya carrera discurrió entre Barcelona y París donde tuvo una estrecha relación con sus compatriotas Picasso y Julio González; la obra que se presenta es Petit arlequin á la flûte, realizado en cobre y fechado en 1931. El retrato que Julio Romero de Torres hizo de la famosa cantaora Aurora Pavón, conocida como La Niña de los Peines, en el que la plasma sentada tocando las palmas y ataviada con un rico traje bordado, será la ‘perla’ del stand de Nicolás Cortés. La galería Caylus mostrará lo más granado de sus fondos de pintura antigua española e italiana, mientras que la anticuaria castellonense Deborah Elvira ha preparado un selecto repertorio de joyería de época que conjuga su valor histórico con la belleza intemporal. [Cabeza de Apolo, Roma. Safani Gallery Inc.]
