Del 6 al 11 de noviembre, regresa al Carrousel del Louvre parisino, Fine Arts Paris, la feria dedicada a las bellas artes desde la antigüedad hasta la edad moderna. Acuden a la cita 60 expositores, con José de la Mano como único participante español, que presentan obras selectas de pintura, dibujo y escultura, además de alta joyería, libros raros, y por primera vez, arte no occidental. La pintura antigua es una de las grandes apuestas de este certamen que tiene entre sus alicientes, por ejemplo, la primera aparición en el mercado, en el stand de la galería suiza De Jonckheere de la obra El Triunfo de Neptuno y Anfitrite de Frans Francken el Joven, así como un precioso tríptico de Simone di Filippo, figura señera de la pintura boloñesa del siglo XIV, que vende la galería G. Sarti; también llama la atención una pintura feminista de Marguerite Gérard, testigo de la paulatina emancipación de las mujeres a lo largo del siglo XVIII, que expone el anticuario Eric Coatalem.
La grandeza del siglo XIX se revive a través de un imponente retrato de Jean-Léon Gérôme, que pone a la venta De Bayser, o una composición hedonista y galante del artista Henri Gervex que descubre la Galerie Charvet. El apartado dedicado al arte de posguerra cuenta con aportaciones como las de Sonia Delaunay, de quien la Galerie La Presidence ofrece Le Guépard, uno de sus coloridos gouaches, así como también una exuberante acuarela del francés Maurice Estève.
La escultura antigua como la moderna comparten protagonismo en Fine Arts Paris. La galería Malaquais presenta un conjunto de 15 esculturas de Aristide Maillol – el resultado de una inmersión de 15 años en el trabajo producido por el trío que formó con el marchante Ambroise Vollard y el fundidor Florentin Godard. Y destaca una dinámica pareja de bailarines en escayola en la que el escultor belga Charles Samuel puso lo mejor de sí.
Los amantes de las artes decorativas encontrarán diversas tentaciones en los stands de Antoine Béchet, considerado el gran especialista en marcos antiguos de París, y en el de Royal Provenance, que muestra una rara placa en porcelana de Sèvres hecha a mano para el servicio de cena del emperador Napoleón Bonaparte. Las antigüedades orientales también deparan sorpresas como un jarrón en porcelana china con una espectacular montura de dragones en bronce dorado de la época Luis XV, que expone Pascal Izarn.
Además, para realzar todas estas obras de arte, el prestigioso interiorista y decorador francés Jacques García ha ideado una escenografía onírica y teatral en la que ha combinado con elegancia diversos elementos minerales y vegetales. En paralelo a la feria, tendrán lugar dos simposios científicos en el Petit Palais. El primero se centra en Watteau y su entorno, con motivo del 300 aniversario de la muerte de esta figura señera del arte francés del siglo XVIII. El otro profundizará en la investigación realizada por Geneviève Bresc-Bautier sobre la escultura de los siglos XVI y XVII, en colaboración con Sophie Jugie, directora del Departamento de Escultura del Louvre.