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    La fotografía conquista la meca del cine

    Una ciudad con más estrellas que el cielo, Los Angeles, acoge la filial de la feria Paris Photo.

    Paris Photo Los Angeles, la versión estadounidense de la feria más importante del mundo consagrada al medio fotográfico celebra su segunda edición del 25 al 27 de abril en un emplazamiento insólito: los Estudios Paramount Pictures. Este sugerente marco brindará a los visitantes la oportunidad de explorar la manera en que los artistas han utilizado la fotografía y la imagen en movimiento en su obra en los siglos XX y XXI. Importantes galerías internacionales presentarán trabajos históricos y contemporáneos de artistas renombrados y emergentes en los legendarios estudios de sonido de la Paramount. Una de las curiosidades es que se ha realizado una réplica única de una de las calles de Nueva York que acogerá muestras individuales de arte de vanguardia, exposiciones de jóvenes galerías y proyectos editoriales, cada uno expuesto en el interior de un plató exclusivo. Julien Frydman es el director de Paris Photo y el cerebro detrás de esta arriesgada idea de abrir una sucursal americana de la prestigiosa feria parisina.

    Imagen de Guy Bordin para Vogue Francia. Cortesía Louise Alexander Gallery y Paris Photo LA

    ¿Cuál es su primer recuerdo memorable con la fotografía?
    Aunque no he practicado la fotografía, tengo dos recuerdos muy nítidos de mi infancia relacionados con ella. Uno está relacionado con los ratos que dedicaba a hojear libros de fotografía publicados por las revistas Life y Times. El otro tiene que ver con los momentos que pasaba con mi padre mientras él revelaba sus negativos en el laboratorio casero que había instalado en nuestro cuarto de baño. La luz roja que iluminaba nuestro pequeño laboratorio me fascinaba.

    Háblenos de las diferentes etapas de su carrera. Antes de ser nombrado director de Paris Photo usted fue el máximo responsable de la Agencia Magnum en París. ¿Cómo valora aquella experiencia?
    La Agencia Magnum es una organización muy especial. En mi primera asamblea general, cuando tuve que ponerme delante de «gigantes» de la fotografía, sentí un estremecimiento. Como director tuve un reto muy complicado. Tenía que decidir una visión para la Agencia y defenderla. Tenía que encauzar a la Agencia en una dirección concreta y al mismo tiempo estimular la creatividad de sus miembros. Trabajé en la Magnum diez años, cinco de los cuales ocupando el cargo de director.

    ¿Cuáles son las diferencias principales entre Paris Photo y Paris Photo Los Angeles?
    Una feria de arte tiene que ver, sobre todo, con el ímpetu. Lo esencial es crear un ambiente adecuado, poner energía y medir los tiempos. Todos estos factores son de una importancia extrema. Deben combinarse con inteligencia para obtener una fórmula ágil. Un director debe ser capaz de de tomar lo bueno y lo malo, asimilarlo y transformarlo. Hay que ser flexibles y al mismo tiempo tener una visión clara de lo que debe ser una feria. Y estos aspectos no aparecen por casualidad sino que debe existir una visión global del proyecto.

    Al escoger París como sede de una gran feria internacional dedicada a la fotografía, su fundador, el coleccionista holandés Rick Gadella, subrayó la importancia de contar con la capital francesa como ubicación para su experimento. Esto me lleva a mi siguiente pregunta, de todas las posibles capitales en las que se podía haber instalado la filial de Paris Photo (Nueva York, Chicago, San Francisco dada la concentración de coleccionistas de fotografía en la bahía, o incluso Seattle, por no mencionar ciudades europeas como Berlín) ¿por qué han escogido Los Angeles, una ciudad que no acoge ninguna otra feria de arte importante?
    Paris Photo es el gran punto de encuentro de los amantes de la fotografía. La feria se celebra desde hace casi veinte años y los organizadores llevaban un tiempo valorando la posibilidad de tener una segunda sede en otra ciudad. La opción de concentrar nuestros esfuerzos en Los Angeles fue una apuesta personal mía. Al decantarme por Los Angeles, buscaba un entorno que fuera por si solo una declaración de intenciones. Era importante que se mezclaran fotografías con imágenes en movimiento y también atraer a importantes instituciones. Los Angeles es un centro estratégico entre América Latina y la Costa del Pacífico. Además la ciudad cuenta con un poderoso sustrato de coleccionistas – tanto activos como potenciales. Estos fueron los motivos básicos que nos empujaron a lanzar Paris Photo Los Angeles. Y me satisface decir que la primera edición celebrada el año pasado fue un éxito total.

    ¿Qué amenaza a la fotografía hoy?
    El mayor riesgo para la fotografía es la elección de las herramientas con las que hacer fotos. En fotografía es más importante poseer una visión creativa que tener aptitudes técnicas. Existe una confrontación entre el arte y la fotografía junto con la necesidad de trabajar y explicar una idea. Es primordial saber qué distingue a una fotografía realmente buena de una que solo es bonita. Hay que analizar las imágenes poniéndolas dentro del contexto de un corpus artístico y decidir qué las convierte en obras coherentes, con sustancia. En definitiva, se es artista o no.

    ¿Percibe movimientos interesantes, artísticos y comerciales?
    Comercialmente, se trata de un mercado de fotografía, de ediciones. Se evitan las tendencias. ¡Esto no es un desfile de moda!. El mercado abarca desde la fotografía clásica al collage. La tendencia actual sería que el público ya entiende la fotografía en blanco y negro. Yo diría que hay una consistencia de visiones y también en la forma de expresar estas visiones.

    ¿Cuál será la próxima ‘revolución’ en la fotografía?
    Realmente no sabría decirle qué ni quién protagonizará la siguiente «revolución» en la fotografía. El público siente ahora más confianza a la hora de comprar fotografías -ya sean ediciones numeradas, fotografías vintage u obras con un valor específico. Se valora la importancia que tiene la fotografía en la historia del arte. Tenemos la sensación de que el público es más juguetón, más atrevido, y está lleno de curiosidad por el medio.

    ¿Han evolucionado los hábitos de los coleccionistas?
    Existe un equilibrio entre la fotografía clásica y la contemporánea. Se ha producido un diálogo entre diferentes momentos en el tiempo.

    ¿Cuáles son sus gustos personales en fotografía?
    Mis gustos son variados. Siento curiosidad por los nuevos corpus de obras que son más contemplativos. Realmente me hace falta más tiempo y distancia para establecer mi juicio personal. Me interesa sobre todo buscar obra nueva, series nuevas y digerir todas estas imágenes novedosas. Estos son mis intereses, más que centrarme en un aspecto concreto.

    ¿Colecciona fotografía?
    No puede decirse que sea un coleccionista típico de fotografía porque eso entraría en conflicto directo con mi trabajo como director de feria. Sin embargo, le diré que colecciono libros de fotografía. Pienso que este formato permite recoger mejor la visión de un artista y favorece su comprensión dentro de un contexto personal o histórico. El libro de fotografía educa la mirada, ayuda a comprender la obra, además resulta muy útil para efectuar una selección final de imágenes. Considero que este área es un campo para la investigación. Busco fotolibros y considero que el fotógrafo y artista Martin Parr es no solo un experto sino un mentor muy influyente en este área.

    ¿Qué conoce de la fotografía española? ¿Hay algún fotógrafo español entre sus preferidos?
    No le doy importancia al aspecto regional y, por lo tanto, no juzgo a los artistas por su país de procedencia ni tampoco tengo en cuenta una nacionalidad específica al valorar una obra. Respecto a los fotógrafos españoles, los nombres que me vienen a la mente son los de Joan Colom, Joan Fontcuberta, Alberto García Alix y Cristina García Rodero.

    Rosalind Williams

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