• Laia Estruch: cuerpo, voz, vida

    Estudió Bellas Artes, donde suponía que todo iba a ser brillante: hacer las cosas bien, dibujar bien, pintar bien. Pensaba que tenía que ser virtuosa o tener un don. Y creyó que no lo tenía hasta que descubrió el arte de la performance en Nueva York. Ahí empezó su carrera y ahora Laia Estruch (Barcelona, 1981) es “la artista de performance más importante de nuestra generación en nuestro país”, según Manuel Segade, director del Museo Reina Sofía, donde presenta una retrospectiva, Hello Everyone, que ha sido planteada como un “archivo reverberante y transitable”. La muestra condensa quince años de su trabajo a través de 27 obras en las que se interactúa con esculturas, instalaciones performativas y escenarios sensoriales ligados por la voz.

    ¿Cómo entiende la performance? Como un tiempo donde la he estado pensando antes, diseñando o dibujando para que pasen unas cosas, pero no sé qué cosas van a pasar. Las preveo. Monto la exposición, el set escénico, que es mi escultura, y a partir de ahí, pienso y edito qué días estará abierto al público; estas performances lo que muestran es una verdad, un artista que está conociendo lo que ha dibujado, pensado y diseñado, conociendo su partitura, conociendo el cuerpo que acaba de crear.

    ¿Qué significa exponer en el Reina Sofía? Supone un gran reconocimiento. El primero fue el Premi Ciutat de Barcelona, en 2021, que me hizo sentir muy reconocida en mi ciudad y ahora este en el Reina Sofía me da la oportunidad de enseñar mi trabajo más ampliamente. Mi primera visibilidad como artista vino con una obra que presenté en La Capella dentro del programa Barcelona Producció. Al acabar la carrera, hice un intercambio en The Cooper Union en Nueva York donde tuve la oportunidad de estudiar performance con Sharon Hayes. Aprendí que la performance es en vivo, siempre en directo, y que los registros (fotos, vídeos, audios) ya son otra cosa. Siempre me ha interesado qué hacer con ellos, cómo editarlos y convertirlos en nuevos materiales. Toda mi carrera ha sido autodidacta, aprendiendo sobre la marcha, aprovechando cada oportunidad. Tuve una suerte increíble en aquel 2010, cuando hubo un boom de la performance en los museos, y vi retrospectivas de Marina Abramovic, Trisha Brown y Tino Sehgal en Nueva York.

    ¿Cómo se articula la exposición? El concepto es como de almacén, un archivo de piezas que se han ido pensando y creando en relación con determinados cuerpos, el mío y el de los demás, un archivo donde también hay editados audios de directos, del estudio de grabación, audios donde está mi voz. También hay vídeos, que casi nunca he incluido en mis exposiciones porque para mí, como registro, formaban parte de un archivo personal mío, de artista, en el cual yo también estaba entendiendo qué hacer con toda esta documentación. Hay video editado como si se tratara de un anuncio de la exposición. He pensado estas piezas porque siempre tengo piezas escultóricas o de audio que anuncian mis performances o mis exposiciones. Siempre hay un elemento, que es el anuncio… [Marga Perera. Foto: Laia Estruch, Hello Everyone. Cortesía de la artista y MNCARS, 2025]

  • Portada

     

  • Lempertz

  • Moleiro

  • Casa de Alba

  • Museo Picasso