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    Aire del tiempo en Tàpies y Brossa

    Cada exposición que organiza Maria Rosa Furriol, directora de Galeria Eude de Barcelona, es una forma de homenaje a su hermana Fina, fundadora de esta sala que celebra su 45º aniversario con la muestra Tàpies – Brossa: lletres, xifres i signes, abierta hasta el próximo mes de mayo. Joan Brossa (Barcelona, 1919 – 1998), poeta, artista y prestidigitador, colaboró con muchos artistas y esta exposición, que enlaza con la anterior, dedicada también a Brossa y sus amigos, se centra en las colaboraciones con Antoni Tàpies (Barcelona, 1923 – 2012). Ambos protagonizaron la aventura creativa de Dau al Set (1948-1956) durante los difíciles años de la posguerra española. En el escaparate de la galería se muestra una foto de Martí Gasull, con Tàpies y Brossa en una inauguración de la galería Joan Prats en 1989, elegida por Maria Rosa Furriol por ser una de las pocas imágenes en que se ve a Tàpies sonriendo.

    Antoni Tàpies, Gat (1988)
    Antoni Tàpies, Gat (1988)

    El objetivo de la exposición es sumergirnos en el mundo de letras, cifras y signos con los que trabajaron los dos artistas y transformar el espacio de la galería en un lugar de humor, juego y magia. La muestra consta de grabados y litografías de Tàpies y de litografías y poemas-objeto de Brossa, además de libros de artista, como Fregoli (1969), dedicado al actor y transformista italiano Leopoldo Fregoli, a quien tanto admiraba Brossa. U no és ningú (1979) está dedicado por Tàpies y Brossa “al poeta brasileño Joao Cabral de Melo, a Gregorio López Raimundo y a los luchadores del PSUC” en el momento de la transición en España, recordando que López Raimundo había estado en prisión y Tàpies, que a lo largo de su trayectoria había manifestado su preocupación por los derechos humanos, hizo el cartel del PSUC en 1976. Es un libro especialmente importante desde el punto de vista bibliográfico: tanto la suite de aguafuertes de Tàpies como los poemas en prosa de Brossa fueron realizados entre 1950-1951, durante los años de Dau al Set, coincidiendo con su etapa onírica, con influencias del surrealismo, tanto en la plástica como en lo literario. También se exponen carpetas de artista en las que colaboraron los dos: Sextina en el Museu de Joguets de Figueres (1985) y El Rei de la Màgia (1986). Maria Rosa Furriol recuerda que El Rei de la màgia se presentó en Eude en los años 1986-1987, con un espectáculo de magia. La magia era tan importante para Brossa, que en una ocasión me dijo que equiparaba un juego de manos con una pintura de Velázquez.

    Joan Brossa, Dau rodó (1969)
    Joan Brossa, Dau rodó (1969)

    El concepto de camino también interesó a los dos artistas. Filosóficamente, el camino está ligado al ser y a la experiencia evolutiva en la vida. De Tàpies se expone un espléndido grabado Carmí 3 (1993), que ya no se encuentra en el mercado. Entre los poemas-objetos de Brossa, la palabra Camí [camino] (1967) está escrita en la planta de una alpargata de esparto. Otros poemas-objeto de Brossa son Dau rodó (1969), una pelota de golf con las caras de un dado, como versión de Dau al Set. Llavis (1985), una copa rota por unos labios, y Copa (1988), una referencia a la litografía de Tàpies, Fregoli 9. Dos obras especialmente interesantes, más aún por estar una junto a la otra en la galería, son T inclinada (1972), un fragmento de una T, de Tàpies, que podría parecer un detalle ampliado de Poema visual 12 (1988), una A fragmentada, de Brossa. Conceptualmente, fragmento y detalle sugieren el espíritu de nuestro tiempo: disperso, fragmentado, con pérdida de totalidad, lo que Omar Calabrese, filósofo de lo neobarroco, llamó “aire del tiempo”.

    T inclinada
    [Detalle del montaje: T inclinada (1972) de Antoni Tàpies y Poema visual 12 (1988) de Joan Brossa. Foto: Ricardo Díez Sacristán]. Texto: Marga Perera

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