En los últimos años, la escena artística de Oriente Medio ha vivido una fuerte eclosión con la apertura de museos, ferias, bienales y galerías que han contribuido a dar a conocer a sus artistas entre el público occidental. En este contexto, Arabia Saudí, una joven nación de menos de un siglo de existencia, está jugando un papel protagónico, no sólo gracias a sus reservas de petróleo y gas, sino a su apuesta por el arte, un terreno que ha contado con el empuje de la mecenas Basma Al Sulaiman. Fundadora del innovador museo virtual BASMOCA (Basma Al Sulaiman Museum of Contemporary Art), es también promotora del Saudi Art Council y ha sido la primera mujer distinguida por el gobierno de su país por su contribución a las artes y la cultura. Al Sulaiman, que considera España su segunda casa, siente que su misión es “tender puentes entre Arabia Saudí y el resto del mundo”. En su colección, no sólo está el mejor arte árabe contemporáneo sino también algunos de los nombres más rutilantes de la escena internacional como David Hockney, George Baselitz o Joana Vasconcelos. Este mes, ha sido invitada a exponer sus fondos en el Maraya Concert Hall, el edificio refractante más grande del mundo, cuya espectacular fachada de espejos se mimetiza con el desierto de Al-Ula. [Vanessa García-Osuna. Foto: Mark Luscombe-Whyte]
