El siglo XVIII fue la era de las grandes expediciones científicas que recorrieron el planeta recopilando especímenes de plantas, insectos, conchas, mamíferos y aves que se traían a Europa. La ornitología, el estudio de las aves y su clasificación, experimentó enormes avances con la publicación de numerosos estudios profusamente ilustrados. Pero los naturalistas no eran los únicos fascinados por estas aves exóticas. Los monarcas y los aristócratas las coleccionaban en gabinetes de curiosidades y menageries, los artistas las pintaban, los moralistas encontraban en ellas un significado simbólico y las mujeres lucían sus plumas como accesorios. Esta exposición reúne imágenes de aves exóticas en el arte, principalmente de los siglos XVII y XVIII, que muestran cómo se convirtieron en objetos de investigación científica, de estatus e incluso de decoración y adorno personal. [François-Nicolas Martinet, Guacamayo azul y dorado, 1760].