¿Qué se entiende hoy por dibujo? ¿Por qué, en la era digital, no ha perdido su poder de seducción? Para Anna Lovatt, profesora en la Meadows School of the Arts (Dallas) y coautora de la monografía Vitamin D3 (Phaidon), la causa de que siga siendo una práctica fundamental para muchos artistas obedece al espectacular abanico de posibilidades que ofrece con una economía de medios. Los alicientes de coleccionarlo están claros para Consuelo Vento, directora de la galería Gabinete de Dibujos de Valencia: “Es sincero, inmediato, incluso más sostenible que otros medios pues deja una huella de carbono más suave; puede tener la potencia de lo simple y la delicadeza de lo sutil y de lo mínimo, por su ausencia de artificio y una mayor austeridad de los materiales. Todas estas características, además, no están reñidas con su expresividad y su capacidad para emocionar.” Miembro del comité curatorial de la feria Drawing Room y director de la galería Siboney de Santander, Juan González de Riancho ve el mercado del dibujo: “Claramente en auge. En la actualidad, sobre todo en Europa, el dibujo contemporáneo tiene un importante circuito y cada vez más presencia en las colecciones.” [Rachel Goodyear, Bathing, 2018 © Rachel Goodyear. Cortesía Pippy Houldsworth Gallery, Londres, y Phaidon]
