• El laberinto andaluz

    Tradición y vanguardia, ecos y divergencias… Andalucía Perpetuum Mobile toma el pulso al arte actual desde una interesante perspectiva: la de los artistas plásticos ligados a Andalucía. El relato de esta exposición, organizada por CajaGranada Fundación en colaboración con CaixaBank, se sustenta en 45 creadores plásticos, de diferentes generaciones y disciplinas, entre los que figuran veteranos como Luis Gordillo, Soledad Sevilla o Guillermo Pérez Villalta, y otros más jóvenes, ya con sólidas trayectorias, como Rubén Guerrero, Curro González, Abraham Lacalle o Ángeles Agrela, entre otros. Juan Alfonso Contreras, coleccionista, gestor cultural y autor de libros sobre la materia como Andalucía contemporánea.73 artistas (Comares), es el comisario de esta muestra que reivindica “la creatividad, la genialidad y la lucidez, pero también la generosidad de unos creadores cuyos argumentos nos hablan de vocaciones sólidas, de compromiso y propuestas éticas, que hacen que una parte de la historia del arte se siga hoy más que nunca escribiendo en Andalucía.”

    ¿Hay un arte andaluz con identidad propia? El latido general de la creación artística andaluza del siglo XXI está transitado por el pluralismo y la riqueza de puntos de vista de una sociedad crisol de razas, religiones y culturas que conecta con África y el Magreb y que mantiene constantes vínculos con Latinoamérica. Esta riqueza creadora se refleja en un panorama en el que más que una escena o identidad andaluza hablemos, en mi opinión, de un laberinto de expresiones artísticas por el que fluyen las grandes preocupaciones y conflictos de nuestro entorno, como las tensiones geopolíticas o el cambio bioclimático, y por cuyos meandros encontramos un maridaje único entre tradición y vanguardia activándose ambos territorios para enriquecerse mutuamente en un trasvase continuo. Encontramos en este dédalo relatos propios que en el caso de la escena emergente pivotan sobre los tres focos de formación universitaria en la materia, Granada y Sevilla como principales motores, y la incorporación en los últimos años de Málaga.

    Juan Alfonso Contreras con obra de Abraham Lacalle

    Los artistas representados en esta muestra (todos ellos vivos y en activo) pertenecen a generaciones y sensibilidades plásticas diferentes. En esta muestra podemos encontrar un buen número de diálogos, entre los que podemos destacar las obras que nos hablan de los aspectos más cotidianos de la vida como las escenas de ocio, las redes sociales, las guerras, los abusos sobre la mujer o la globalización; se establece otro grupo de diálogos entre las obras que aluden a la naturaleza, encontrando una discontinuidad de representaciones de paisajes que pudieran eludir cualquier atisbo de identidad con puntos geográficos concretos, pero que en cualquier caso recogen metáforas y sedimentos de la multiculturalidad mediterránea. Por último, ocurre una especie de condensación en torno a las piezas que nos remiten a la mística y la intriga, los asuntos a los que no encontramos respuesta.

    ¿Quién es el artista más veterano, y el más joven? ¿qué puntos de conexión encuentra entre los artistas? El más veterano es Luis Gordillo, y el más joven el cordobés Fran Baena. A pesar de la variedad de artistas y la diversidad de expresiones, detectamos ciertos puntos de conexión entre los creadores seleccionados, como por ejemplo el color-profundidad, el trabajo en torno a las tramas y la geometría, la “pintura por la pintura” o la escultura que rezuma fragilidad e intimismo. En el primer grupo, el del color-profundidad, hay autores para los que el color se convierte en algo estructural y hay una constante por la búsqueda de la profundidad a partir del color, siendo el caso de artistas como Luis Gordillo, Rubén Guerrero, Miki Leal o Fernando Clemente. Existe otro grupo en el que encuadramos a Soledad Sevilla, Juan Suárez o Simón Zabell, cuya práctica ha venido marcada casi desde el comienzo de sus respectivas carreras por el trabajo casi milimétrico en torno a la geometría, el espaciamiento, las tramas y sus variaciones. Los puntos de conexión en torno a la “pintura por la pintura” ocurren alrededor de pintores que dejan intervenir el pincel actuando ellos como directores de orquesta en torno a lo que va aconteciendo en el lienzo, hablamos de pintores como Manolo Quejido, Matías Sánchez o Manuel M. Romero. Por último, a pesar de actuar como islotes con su propia individualidad, hay atisbos de conexión entre las obras expuestas de Paloma de la Cruz, Cristina Mejías y Álvaro Albaladejo, se trata de esculturas manipuladas con la fragilidad de un silbido que termina reverberando en el interior de estos artistas.

    ¿Los artistas representados siguen viviendo y creando en Andalucía en su mayoría? Tradicionalmente en Andalucía ha habido dos núcleos artísticos principales desde el punto de vista de lugar de residencia que son Sevilla y Granada, pero estamos asistiendo a un goteo continuo de artistas andaluces que deciden fijar su residencia en Madrid, principalmente por mantener una cercanía con galerías, con críticos y con comisarios, lo que hace que a día de hoy quince de los participantes en esta exposición residan en la capital o a caballo entre Andalucía y Madrid.

    ¿Qué movimientos encuentra más interesantes en la escena artística contemporánea? Destacaría la dualidad entre las nuevas tecnologías y los procesos artesanales en su esencia más antigua, también la comunicación a través de procesos híbridos que incluyen vídeo, instalación, performance, escultura, texto y fotografía, o la encarnación y humanización de obras que a veces requieren ciertas activaciones, la reflexión sobre aspectos como el lenguaje y los sentimientos, la investigación sobre la relación entre el ser humano y los lugares que habitamos, los caminos de ida y vuelta con zonas de África o de Latinoamérica, y la sensibilidad con los problemas sociales y económicos de nuestro entorno, lo que hace que estemos en un momento excepcional desde el punto de vista de la creación. [Hasta el 13 de julio. Centro Cultural CajaGranada. Cajagranadafundacion.es]

    Ángeles Agrela, Mesalina, 2021
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