El talento de Gauguin para transformar materiales utilizando un enfoque experimental es el meollo de esta muestra. Aunque su obra pictórica es muy conocida, sus otras producciones (cerámica, madera, grabados) han tenido menor difusión y a menudo se han desdeñado. En 1889, en una carta a Émile Bernard, aludía a una «terrible comezón de lo desconocido que me volvía loco». Su deseo de explorar lo ignoto fue uno de los principios rectores de su arte y de su vida y eso le llevó a interesarse por las sociedades no occidentales y el arte primitivo. Detrás de sus constantes cambios de residencia (Bretaña, Martinica, Arles, Tahití, Islas Marquesas), estaba su búsqueda de un yo salvaje y bárbaro. [Merahi metua no Tehamana © The Art Institute of Chicago]