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    Mujeres de palabra

    El lenguaje hecho palabra constituye una de las máximas expresiones de las ideas y del pensamiento humano. La palabra ha sido el elemento clave para explicar la historia y también un instrumento fundamental para describir y comprender la realidad, tradicionalmente bajo control masculino. Aun así, es de la madre de quien aprendemos el lenguaje y la palabra que nos permite comunicar, interpretar y que es instrumento de mediación.

    La exposición Mujeres de palabra que promueve el Museu Frederic Marès de Barcelona, dirigido por Salvador García Arnillas, reivindica a través de 20 obras, entre esculturas, pinturas, dibujos y orfebrería el uso de la palabra desde un universo femenino. El relato comienza en la edad moderna (siglos XVI al XVIII) y propone diálogos con la contemporaneidad. Esta tesis y algunas mujeres que “tomaron la palabra” son las protagonistas de esta muestra, comisariada por la historiadora del arte Maria Garganté, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que se estructura en tres secciones. La primera, Virtud o vicio: leer y escribir en femenino, explica cómo la época moderna favoreció la aparición de las puellae doctae o mujeres sabias, siempre en un contexto social restringido, y ello lleva a hablar del humanismo religioso de Teresa de Jesús, Juliana Morell o Hipólita de Rocabertí. 

    El segundo apartado, De santa Ana a María, parte de que si bien los evangelios canónicos no dicen nada sobre la infancia de María, los apócrifos dan numerosos detalles. Así, Santa Ana adopta el rol de “maestra” más allá del de madre, y a menudo va acompañada de un libro. No sólo ha formado el cuerpo de María sino que también formará su espíritu, instruyéndola en los misterios divinos y en la misión de Virgen que le será encomendada. Este es el momento en el que la formulación más abstracta de la figura de María (la Inmaculada Concepción) se vuelve un símbolo de sabiduría y conocimiento, convirtiéndose en patrona de numerosas universidades.

    Dama del armiño, S. XVI. Museu Frederic Marès © Foto: ArtWorkPhoto.eu

    En la tercera y última sala, se constata que tanto la mitología clásica como la tradición cristiana nos ofrecen ejemplos de la voluntad de ocultación que han sufrido algunas figuras femeninas que tenían una relación privilegiada con la palabra. Por un lado tenemos a Casandra, princesa de Troya y, del otro, a María Magdalena, una de las mujeres piadosas que siguieron a Jesús, y asistió a su crucifixión y sepultura. La Antigüedad clásica nos ha legado la figura de las sibilas y el poder oracular de sus palabras, que la tradición presenta como inconexas y que deben ser interpretadas por los sacerdotes, de modo que requieren de mediación masculina para hacerse “inteligibles”. Con la llegada de la contemporaneidad hay mujeres que salen del marco establecido, abriéndose a ser “canal” de otras voces y de otros mundos, como sibilas contemporáneas. Se presentan en este apartado experiencias heterodoxas de conexión y sanación como las de la visionaria y autodidacta Josefa Tolrà o la artista y médium Eulàlia Valldosera. Mujeres de palabra, en definitiva, pone de relieve la necesidad de elaborar una genealogía de autoras que se conviertan en referentes y autoridad; de invocar la importancia del orden simbólico materno, y de hacer visible la ocultación y el descrédito que también ha sufrido la palabra femenina desde la historia, la literatura y los relatos bíblicos o mitológicos. [Hasta el 25 de mayo. Museu Frederic Marès. Barcelona. Barcelona.cat/museufredericmares]

    Sebastiano del Piombo, Vittoria Colonna ©Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona, 2024

     

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