Como Pablo Neruda, Jordi Gimferrer (Banyoles, 1933) podría decir, “Confieso que he vivido” porque la suya ha sido una existencia apasionante gracias a su amistad con artistas como Miró, Dalí y Saura, sus vivencias con la bohemia parisina, o su vinculación a grupos de vanguardia como pintor, escritor y crítico de arte. Licenciado en Ciencias Químicas y empresario textil, el arte le ha acompañado toda la vida y se ha ido manifestando a lo largo de 60 años en una extraordinaria colección que abarca desde la antigüedad clásica al arte moderno y contemporáneo; unos fondos que le retratan como un erudito curioso y sensible, y que ha donado a la ciudad gerundense que le vio nacer, Banyoles, que contará con un nuevo museo gracias a la generosidad de este filántropo, una leyenda de la cultura catalana. [Marga Perera. Foto: Anna Galí]