El pasado 9 de diciembre, Sotheby’s Londres celebró una de sus sesiones más esperadas. Salía a subasta pública, por primera vez desde 1855, una de las obras más emblemáticas de John Constable, La esclusa –perteneciente a un pequeño grupo de paisajes monumentales, conocidos como los de los «seis pies», que para muchos constituyen la cúspide de la producción del pintor. Esta tela recrea una escena bucólica ambientada a orillas del río Stour, en el Suffolk natal del artista. Fue pintada en respuesta a las excelentes críticas que suscitó la primera aproximación a este tema que hizo Constable, y que expuso en la Royal Academy en 1824. Este lienzo, que el artista conservó en su taller hasta el final de su vida, fue escogido para formar parte de prestigiosas exposiciones, y sirvió de base al grabado de la que sería una de las imágenes más celebradas del canon del arte británico. Tras haber permanecido en la misma colección familiar durante más de 150 años, la venta de este delicioso lienzo había despertado gran expectación en el mercado. Sin embargo, se adjudicó a su nuevo dueño por 12,6 millones de euros, una cifra más modesta de la que auguraban los subastadores que la habían tasado entre 11,5 y 17 millones de euros.
