Julie Manet (1878-1966) fue la única hija de Berthe Morisot, la primera mujer impresionista, además de ser sobrina del pintor Édouard Manet; también fue pupila del poeta simbolista Mallarmé y protegida de Renoir y Degas, quienes le dedicaron exquisitos retratos. A través de la excepcional colección de arte impresionista que reunió con su esposo, Ernest Rouart, se da a conocer su figura, se evoca su atípica infancia entre algunos de los artistas más célebres de su tiempo, y se rinde tributo a su compromiso con el arte. Huérfana a los 16 años, llamada “la última Manet”, nunca abandonó la casa familiar en la rue de Villejust, y tuvo como misión en la vida asegurar que la posteridad recordara a su madre y a su tío. [Pierre-Auguste Renoir, Retrato de Julie Manet niña, 1887. © RMN-Grand Palais (musée d’Orsay) / Stéphane Maréchalle]