Coincidiendo con el centenario de la muerte de Marcel Proust, la Fundació Vila Casas de Barcelona quiere acercar al público, por un lado, el universo de un escritor excepcional y el de su obra magna, En busca del tiempo perdido, y, por el otro, al de su principal intérprete plástico, Luis Marsans (Barcelona, 1930-2015). Comisariada por Glòria Farrés y Àlex Susanna, esta muestra aglutina dibujos, acuarelas, gouaches y grabados en los que Marsans recreó el imaginario del famoso literato desde una gran libertad interpretativa. Había comenzado a ilustrar la obra de Proust hacia 1966 y ya no dejaría de hacerlo durante cerca de medio siglo. De hecho, le dedicó sus primeras exposiciones en Barcelona (Galeria Trece, 1971) y en París (Maison de Balzac, 1982), y, posteriormente, en casi todas sus muestras los dibujos proustianos se intercalaron con otras obras suyas sin solución de continuidad. El mundo de Proust acabó siendo también el suyo, se fundió en él hasta formar un todo casi indistinguible.
