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    Un mundo palpitante

    Martin Johnson Heade (1819-1904) siguió un rumbo distinto al de la mayoría de los pintores norteamericanos en la segunda mitad del siglo XIX. Cuando sus colegas exploraban las cadenas montañosas, él descubría las marismas; cuando ellos se instalaban en Nueva York con el fin de alcanzar la fama, él proseguía su existencia peripatética; cuando los demás continuaban repitiendo aburridas variaciones sobre un mismo tema, él emprendía nuevos caminos. Sus paisajes de pantanos, sus cuadros de tormentas, de orquídeas y colibríes, y en los últimos tiempos sus bodegones de flores desperdigadas sobre una mesa, son auténtica pintura norteamericana. De hecho, se puede afirmar que el corpus creativo de Heade es más variado y original que el de la mayoría de sus contemporáneos. Comenzó su carrera como pintor ambulante de retratos. Ya en 1858 se encontraba en la ciudad de Nueva York, donde declaró proféticamente: «¡Tengo la sensación de iniciar una especie de vida nueva!». No tardó en reinventarse a sí mismo como paisajista, alojándose en el Studio Building de la calle 10 -que por aquel entonces era el baluarte de la Escuela del río Hudson- y en forjar una amistad para toda la vida con Frederic Church. Entre 1860 y 1870 viajó en tres ocasiones a América Central y del Sur (Brasil, Colombia, Panamá y Jamaica). En estas escapadas, además de paisajes, pintó flores y pájaros exóticos. De la combinación de estos motivos, salieron sus peculiares naturalezas muertas de orquídeas y colibríes sobre fondos de paisajes tropicales. Ejemplo de ello es Colibríes y orquídeas doradas y púrpuras. Se sostiene, y con razón, que los cuadros de Heade en los que pinta colibríes en combinación con orquídeas (o de vez en cuando con flores de pasión) son su contribución más significativa a la historia del arte. Él mismo reconoció la fascinación que ejercían sobre él estas diminutas aves: “Pocos años después de mi presencia en este mundo palpitante [América Latina] fui presa de esta absorbente obsesión por los colibríes y desde entonces nunca me he visto libre de ella”. 

    Sotheby’s licita este cuadro el 24 de enero en Nueva York, dentro de la subasta Arte de las Américas, que incluye una pinturas, dibujos, fotografías y esculturas de destacados artistas de ascendencia estadounidense, canadiense y latinoamericana del siglo XIX. El Oeste americano contará con una sección especial en la que están presentes creadores como Frederic Remington, Albert Bierstadt o Eanger I. Couse, entre otros, cuyas ilustraciones y esculturas ensalzan la belleza y grandeza de la frontera occidental.

    Martin Johnson Heade, Colibríes y orquídeas doradas y púrpuras © Sotheby’s
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