El 19 de abril de 1924 tuvo lugar un acontecimiento crucial para la historia reciente de España, nacía Telefónica con el propósito de ofrecer un servicio entonces revolucionario: hablar a distancia. La trayectoria de la compañía ha discurrido en paralelo a la formidable transformación experimentada por nuestro país en el último siglo y tiene su reflejo en la Colección Telefónica que comprende tres fondos: el artístico (1.191 obras), el tecnológico (5.000 piezas), y un archivo histórico (más de 82.000 documentos). En el marco del Centenario de Telefónica, el Espacio Fundación Telefónica presenta Miradas que comunican, una exposición que pretende poner en valor y resignificar este vasto legado tecnológico y audiovisual, y lo hace a través de la imaginación de cinco reconocidos creadores españoles. El resultado son unas piezas artísticas sorprendentes que funden historia y tecnología, que pueden descubrirse hasta el próximo mes de enero en el Espacio Fundación Telefónica (Fuencarral, 3). El hilo conductor es la propuesta de Eugènia Balcells, que recurre al cable de cobre para homenajear al material que, durante 150 años, y hasta la llegada de la fibra óptica, fue el pilar de las redes de comunicación.
El dueto Cabosanroque, integrado por Laia Torrents y Roger Aixut, recurre al icono de la compañía, el teléfono, para Politonos, en la que cerca de 250 terminales de diversas épocas configuran una inesperada suite orquestal que fusiona sonido, luz y movimiento; las últimas tecnologías son el ámbito de Daniel Canogar que ha concebido Intervalos, una instalación basada en el repartidor, una herramienta esencial que hace posible la circulación de voz y datos; Pep Gatell, cofundador y director artístico de La Fura dels Baus, ha ideado una instalación escenográfica en tres actos titulada C0MUNIC4ND0, mientras que la cineasta Nuria Giménez propone Diálogos en el tiempo, una suerte de sincronía visual que se apoya en material de archivo e instantes icónicos del cine y la televisión. El broche de la exposición lo pone Conversaciones telefónicas, una pieza icónica de Isidoro Valcárcel Medina, Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) y Premio Velázquez (2015).
En 1973, el reconocido artista conceptual decidió llamar a ochenta desconocidos al azar con el único objetivo de darles a conocer su número de teléfono recién instalado. Al otro lado del cable, se encuentran interlocutores fortuitos que responden con asombro, incredulidad e incomprensión; otros con actitudes diligentes, confiadas o colaboradoras, dispuestos a anotar el número y seguirle el juego. Aparte de ser una inesperada fuente de relatos artísticos, como demuestra esta exposición, los fondos de la Colección Telefónica son un reflejo genuino de la historia y la evolución de España, pues documentan momentos clave del desarrollo cultural, tecnológico y social del país y de una compañía pionera en innovación. Según Luis Prendes, director general de la Fundación Telefónica, “a través de la Colección ofrecemos nuestro legado artístico, histórico y cultural a los ciudadanos, que no es sino un testimonio de modernidad, innovación y progreso de todo un país”.
Telefónica comenzó su Colección de Arte en la década de los años 80 bajo la presidencia de Luis Solana, con la adquisición de trabajos de artistas como Picasso, Juan Gris, Tàpies y Chillida. “Como toda colección, fue paulatinamente creciendo en cuanto a autores y disciplinas durante los 90 y primeros 2000. La escultura Iris, de Jaume Plensa, ha sido la última incorporación”, explica Prendes, “hoy la componen más de 1.100 piezas del siglo XX, de pintura, escultura, fotografía, y obra en papel, de artistas nacionales e internacionales. En estos últimos años, el foco ha sido además de la conservación, custodia y documentación, la difusión y divulgación de estos fondos con el fin de ponerlos a disposición y disfrute de todos los que aman la cultura como una herramienta de transmisión de conocimiento.” El capítulo dedicado al Patrimonio Tecnológico consta de casi 5.000 piezas que se han ido recopilando desde los años 20 del pasado siglo hasta la actualidad. “Este legado incluye desde antiguos teléfonos y centrales telefónicas hasta equipos de transmisión y conmutación que muestran la evolución tecnológica de la compañía y al mismo tiempo de nuestro país”, detalla Prendes. Por último, el Archivo Histórico conserva un interesante catálogo de documentos, como registros de las primeras comunicaciones telefónicas, contratos originales y más de 10.000 fotografías históricas, realizadas entre 1924 y 1931 por algunos de los “reporteros gráficos” más respetados del momento como Marín, Alfonso, Gaspar y Contreras y Vilaseca. Estos documentos ofrecen un testimonio detallado de la evolución de las telecomunicaciones y del impacto de Telefónica en la sociedad española. [Hasta el 12 de enero. Espacio Fundación Telefónica. Madrid. Espacio.fundaciontelefonica.com]
