“Es una arqueóloga o médico forense del presente, que investiga y excava en la identidad de los lugares -ya sean ciudades, edificios o descampados- para descubrir las relaciones entre el lugar y su pasado, entre su fisicalidad material y su memoria, en el presente y, tal vez, en sus futuros posibles”, así describió el trabajo que lleva a cabo Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) el comisario Octavio Zaya, quien la seleccionó para representar a España en la Bienal de Venecia de 2013. Almarcegui lleva desde los años 90 investigando cómo se genera el espacio y lo hace con una mirada crítica hacia los patrones normativos de la arquitectura y el urbanismo de nuestro tiempo. La artista, que vive y trabaja en Róterdam, nos explica el proceso creativo del proyecto Descampado Pinar de Jalón que se presenta en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, en el contexto de la exposición Gravas y arenas.
“El proyecto Descampado Pinar de Jalón, una de las graveras abandonadas de Valladolid [publicación, fotografías 70 x 40 cm] ha consistido en la publicación de una guía que analiza con detalle un terreno que fue una antigua gravera”, explica, “la guía se distribuye en la exposición de forma gratuita y se presenta junto a fotos de otras graveras abandonadas del entorno de la ciudad. Forma parte de las series de guías de descampados que llevo años realizando en las que se estudian zonas en transformación, amenazadas por grandes proyectos de desarrollo urbano como los Juegos Olímpicos de Londres y de Roma, o zonas olvidadas tras la retirada de infraestructuras industriales a lo largo de ríos y antiguas zonas de extracción.”
La artista manifiesta cuanto le impresionó entender cómo Valladolid ha extraído la grava para construir terrazas de sus ríos a gran escala. “Las excavaciones se extienden a lo largo de los ejes del Pisuerga y el Duero sin quedar apenas terreno no excavado. El descampado Pinar de Jalón es uno de los numerosos terrenos destrozados en los llanos de los ríos, y estudiarlo era una forma de entender la dinámica de extracción en esos entornos. Analizarlo a fondo nos permite entender cómo se genera el espacio. El descampado se explotó como gravera en los 70 para extraer ‘áridos’ y construir las carreteras necesarias para los sucesivos ensanches hacia el sur de una ciudad que crecía aceleradamente….” [Ada Vicent. Foto: Víctor Hugo Martín Caballero. Cortesía Museo Patio Herreriano de Valladolid]