El fotógrafo Leopold Samsó (Barcelona, 1946) es conocido por sus famosos retratos a personalidades del mundo del arte y la cultura. No obstante, ha explorado también otros géneros, como el reportaje cultural y paisajístico, que lo convierten en un artista polifacético.
La exposición Tan lejos, tan cerca, organizada por la Fundació Vila Casas en su sede del Palau Solterra, en Torroella de Montgrí, y comisariada por Pilar Parcerisas, es una expresión de agradecimiento al artista por haber donado parte de su fondo a la Fundació y, al mismo tiempo, una buena oportunidad para ofrecer una muestra de su último proyecto, una mezcla de fotografía y documental sobre Islandia que ha trabajado conjuntamente con Franc Aleu. El descubrimiento de los negativos de Samsó de los años ochenta del siglo XX permite seguir la eclosión de una generación de artistas, muchos de ellos en talleres alrededor del Born y del barrio de la Ribera, y del Eixample de Barcelona, en una ciudad que despertaba de la pesadilla franquista.
Podemos ver a Ocaña en el piso modernista donde vivía con su gato, a Pau Riba con su familia en la bañera, a Jaume Plensa, a Zush – ahora Evru–, a Miquel Barceló cuando pintaba la cúpula del Mercat de les Flors, a Jordi Benito a la plaza de toros de la Monumental, a Rafael Tous e Isabel de Pedro en el recientemente inaugurado Metrònom, a Cesc Gelabert ensayando en su fábrica de creación en el Carrer del Perill, a Antoni Tàpies, Joan Brossa o Enric Pladevall; todas ellas, fotos precedidas de un retrato de Salvador Dalí de 1966, una de sus primeras incursiones en el retrato. Son imágenes que nos transportan al origen de la fotografía: el retrato.
Samsó centra al personaje en su contexto y en la arquitectura de esos pisos señoriales que estos creadores valoran y recuperan. Artistas y ciudad exhiben la esperanza en una Barcelona ocupada por los artistas como agente transformador. Leopold Samsó ha dedicado más de cincuenta años a la fotografía. La ha practicado como un oficio del que ha aprendido todos los trucos y secretos, hasta que su mirada observadora se ha impuesto al automatismo y al carácter mediador de una máquina. Su brillante carrera publicitaria y editorial no le han impedido desarrollar un trabajo personal como fotógrafo. Tras la cámara, no hay solo un fotógrafo, sino una posición ante la realidad y una visión contemplativa y filosófica del mundo. Fundació Vila Casas, Palau Solterra. Torroella de Montgrí. Hasta el 17 de noviembre