Con el inicio del siglo XX, las vanguardias históricas cuestionan todas las certezas del arte precedente y su revolución alcanza también a la representación realista que, conservando su concepto figurativo, cambia en todo lo demás. En España, donde los ecos de la vanguardia europea llegan con retraso, estos nuevos realismos serán, desde finales de los años diez, el inicio de la renovación abanderada desde Barcelona y Madrid, pero rastreable en muchos otros lugares. Un panorama de apenas dos décadas de promesas de futuro y sueños de cambio interrumpidos abruptamente por la guerra civil que se traza en la exposición Real(ismos). Nuevas figuraciones en el arte español entre 1918 y 1936 organizada por el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Esta muestra, abierta hasta el 4 de septiembre y que cuenta con el patrocinio de Fundación “la Caixa” y Soho Boutique Hotels, descubre que en el medio artístico español no hubo nada tan moderno y transgresor hasta entonces como estos nuevos realismos. [José María Ucelay, Naturaleza muerta, 1938-1949. Museo de Bellas Artes de Bilbao]
