Pocos artistas tan esenciales para la historia de nuestro arte como El Greco, de cuya mano llegó a la Península, realzado por su portentoso talento, el nuevo idioma del color y la luz venecianos que se impondría en la pintura española posterior. La muestra El Greco. Los pasos de un genio, profundiza en los aspectos más llamativos de la producción grequiana atendiendo a cuestiones como técnicas, colores, géneros y temas, presentados a manera de “monólogos”. Dos iconos bizantinos del siglo XVI nos aproximan al ambiente cultural y pictórico de Doménikos Theotokópoulos (Candia, 1541-Toledo, 1614) en sus inicios; los comisarios de la muestra, Juan Antonio García de Castro, exdirector del Museo del Greco de Toledo, y Palma Martínez-Burgos, catedrática de Historia del Arte, los han incluido para ayudar a valorar el contraste con su obra posterior. La exposición, organizada por la Fundación Ibercaja, aloja hasta el 29 de mayo al pintor cretense en la casa de otro genio de la modernidad, el Museo Goya de Zaragoza. [M. Perera. La Verónica, Museo de Santa Cruz, Toledo]