Flores aromáticas y perfumes, canales malolientes y olores corporales desagradables, exóticos aromas llegados de tierras lejanas (especias, tabaco, café y té)… ¿Se puede captar la vida del siglo XVII a través de sus olores? ¿Cómo se retrata el olor (y el aroma)? ¿Qué significado tenía el olor para la gente? ¿Y qué connotaciones aromáticas poseen las obras de arte? En esta curiosa exposición se ha llevado a cabo una investigación histórico-olfativa. Las obras expuestas permiten recrearse en el olor de la ropa fresca y limpia en un interior de Pieter de Hooch, en las fragancias de verano e invierno contenidas en pomanders de plata del siglo XVII (amuletos olorosos que se colgaban al cuello o la cintura) o en el hedor de los canales de Ámsterdam en una vista de la ciudad de Jan van der Heyden. Un viaje para experimentar el arte desde una perspectiva insólita. [Abraham Mignon, Naturaleza muerta con flores y frutas, c. 1670]
