“El primer deber en la vida es perseguir los sueños” decía Amedeo Modigliani, símbolo por excelencia del pintor maldito, a quien la Albertina de Viena rinde homenaje con una retrospectiva en la que deslumbran sus penetrantes retratos y sensuales desnudos de mujeres de ojos almendrados y cuello de cisne. Su íntimo amigo y mecenas Paul Alexandre aseguraba “el verdadero rostro de Modigliani está en su obra. Quienes sepan ver sus retratos de mujeres, de adolescentes y de amigos, encontrarán al hombre con su exquisita sensibilidad, su ternura, su orgullo, su pasión por la verdad y su pureza.” Repasamos la dramática vida de una de las personalidades más carismáticas del Montmartre de hace un siglo, un artista que apenas pudo malvivir de su arte y cuyos cuadros ahora baten récords en subasta. [Mujer desnuda sobre almohadón, c. 1917. Staatsgalerie Stuttgart]