Si alguna vez ha fantaseado con recrear en su casa los extravagantes banquetes que dieron fama a la corte francesa, su sueño no es imposible. Pueden conseguirse manteles y cubiertos originales que en su día engalanaron mesas en las Tullerías, copas en las que puso sus labios el propio Napoleón, o incluso descansar en camas y butacas usadas por los moradores de Versalles. Los muebles y objetos artísticos que en su día embellecieron palacios y residencias aristocráticas y en los que sus artífices ofrecieron lo mejor de sí como artesanos, fascinan tanto por su belleza como por el halo mítico que los rodea. Una referencia en este campo es la galería parisina Royal Provenance, fundada en 2014 por el joven anticuario Maxime Charron. Tiene su sede en un elegante edificio enfrente de la Opera Garnier, y en sus estancias se disponen cientos de objetos, desde cajitas-joya a butacas, marcos, candelabros y pinturas, todos unidos por su exclusivo pedigrí. Del 9 al 13 de noviembre, esta galería expone en el Carrousel du Louvre con motivo de la edición inaugural de la feria Fine Arts Paris & La Biennale.
