Ioana Maria Banu (1926-2023), conocida cariñosamente como Mica desde niña, creció en el seno de una prominente familia rumana. Huyendo del comunismo en la posguerra, se mudó a París, donde encontró trabajo como modelo y se casó por primera vez. A continuación se trasladó con su marido a un pueblo perdido de Canadá donde montó una granja de avícola. Allí se levantaba al amanecer para limpiar y recoger los huevos, regresando a casa al final del día para arreglarse para las cenas a la luz de las velas. Su vida dio un giro inesperado tras visitar Nueva York para reunirse con el embajador turco ante las Naciones Unidas con la esperanza de que pudiera ayudar a sacar a su padre de Rumanía. Fue en este viaje cuando conoció al productor musical Ahmet Ertegun, que quedó cautivado por su personalidad. Contrajeron matrimonio en 1961 y tuvieron una unión feliz que duró más de medio siglo. En 1967 fundó su empresa de interiorismo, MAC II, junto a la editora de Vogue, Chessy Rayner. “Hacemos cosas sencillas sin ser minimalistas”, decía sobre su estilo. Su amiga Annette de la Renta observó: “Mica nunca da un paso adelante equivocado. Tiene el ojo más refinado.” Con su gusto fresco y elegante, Mica – meticulosamente peinada en todo momento- se hizo una clientela que iba desde Keith Richards y Henry Kissinger a Bill Blass y los almacenes Saks Fifth Avenue. Pero su mejor creación fueron sus casas, en Southampton, Manhattan, Paris y Bodrum, que embelleció con su formidable colección de arte que sale a pujas el 19 de noviembre en la sede neoyorkina de Christie’s. La estrella del catálogo es el cuadro El imperio de las luces de René Magritte, estimado en torno a 85 millones de euros. El propio artista belga desveló en su momento el sentido de esta escena paradójica: “Representé aquí las cosas que me preocupaban entonces: un paisaje nocturno tal como puede verse a plena luz del día. Pienso que esta evocación de la noche y del día tienen el poder de sorprendernos y deleitarnos. Yo llamo a este poder: poesía.”